miércoles, 18 de octubre de 2017

Su presencia

No se pierden más que palabras
En una lucha de sapiencia
Desafiando la razón misma
Apostando el alma y la conciencia.

Fue un objeto sin movimiento
Que había perdido su inocencia
Un hombre que había logrado
Refugiarse entre la carencia.

Sin motivos de desaire
Que lo hagan perder la paciencia
Ahora fuerte se ha vuelto
Omitiendo así su presencia.

Caminaba entre la desidia
Viviendo de una apariencia
Los demonios en su cabeza
Lo hacían caer de somnolencia.

Combatió contra esa tristeza
Entrenó con tanta demencia
Y su mente agonizante
Nunca perdió la decencia...

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