lunes, 19 de abril de 2010

"Empiezo"

Empiezo a caminar lentamente, mil suspiros me acompañan mientras en sus ojos la luz se refleja iluminando el lugar, indicándome el camino que he de seguir para estar en sus brazos. Todo se nubla, solo la veo a ella, tan lejos y a la vez tan cerca, con sus mejillas rosadas y sus manos enlazadas, una expresión de alegría y timidez, la intriga por saber como será ese momento. Mi corazón quiere salir, mis brazos se duermen, cada paso que doy se vuelve más lento mientras que la distancia se acorta entre los dos. Cada recuerdo, cada palabra, cada mirada, todas esas cosas ahora están en mi mente, parece que todo ese tiempo que transcurrió en un pasado regresa a mí en cuestión de segundos, y mis pasos aun firmes me dirigen hacia ella. He llegado, la miro fijamente a los ojos, poco a poco la mirada se desliza hasta sus labios, sin pensarlo dos veces tomo sus manos y la abrazo fuertemente acompañado por una lágrima de felicidad brotando de mi rostro, acabando el tan anhelado momento con un profundo beso que nos eleva por los cielos y nos hace tocar las estrellas...

5:00 am... De nuevo ese sueño. Aun es temprano. En contadas horas el Sol entrará por mi ventana a iluminar mi alcoba llena de recuerdos, emociones y deseos, aquellos que cada día me hacen detestar más la vida que tengo y odiarme a mi mismo sin razón alguna. Me baño, como algo, me visto, alisto mi morral y guardo en el bolsillo una reluciente cadena. Luego de volver de un sueño retomo mi faceta de estudiante y olvido cada palabra que algún día solía escuchar, pensando en lo distante que puede estar una persona ideal con la cual quisiera pasar más que mis días. Una jornada de estudio inicia y los sentimientos de niño se convierten ahora en las penas ahogadas para que no interfieran en mis labores. Las clases, algunas aburridas, otras muy llamativas, todo lo que debo aprender penetra lentamente mis neuronas. A veces camino y me siento tan solo que podría llorar, pero, soy un joven fuerte que no se deja llevar por sentimientos pasajeros, vivo muy enfocado en el futuro y en lo productivo que habrá de ser en cuanto continúe con mi responsabilidad. Acaban las clases por ahora, doy vueltas por toda la institución hasta encontrar un grupo de buenos amigos a los cuales hago reír siempre que hablo. Por eso siempre ando con ellos, hacen chistes o me critican en son de juego, igual que yo: cada frase es un relajo. Me voy, tomo el transporte, enciendo el reproductor de música con alto volumen y escucho canciones fuertes como metal o hardcore. Mantengo siempre esa mirada intimidante, mostrando aquella parte negativa que invade mi corazón en momentos de lucha o desesperación, sabiendo que en algún lugar se oculta ese ser puro lleno de bellos sentimientos.

Más tarde salgo por las calles del barrio, luciendo una vestimenta oscura y la cadena que cuelga de mi cuello, sin un rumbo fijo empiezo a caminar hasta poder encontrar alguien con quien charlar. Miro solo hacia el frente, dándome cuenta de aquellos que me observan mientras frente a ellos mis pasos parecen pisadas de cualquier animal detestable, con los audífonos zumbando por el volumen por la música electrónica que suelo bailar cuando mis amigos lo piden; por cierto, no soy buen bailarín, solo que aprendí algunos pasos y ahora estoy a la moda y supero a algunos de los del grupo. Al verlos todos reunidos no dudo en llegar rápidamente, saludo a la gente y en un abrir y cerrar de ojos todos arman una ronda para empezar el moderno baile. Saco parte de mi repertorio, lo poco que se, y al son de la música nos dejamos llevar y nos enloquecemos sin importar el “qué dirán” de las personas. Sucede algo, mis pies y mis brazos se paralizan de repente, mis ojos miran en una sola dirección, mi corazón sale de control y con un suspiro digo: “que mujer tan hermosa”. Aquel deslumbrante ángel que se lleva mi corazón con solo una mirada y hace que pierda la noción del tiempo. Sigo con mi baile, sonrío al saber que me observa sin verla fijamente. No se si es la música la que envuelve de tal manera que me alejo del mundo, o puede ser que... No creo que sea posible... Es hermosa, sí. Pero, ¿por qué no dejo de verla? ... El alma quiere salir de sentirla cerca; yo no dejo de detallarla. Cada vez me convenzo más de estar en medio de aquella sensación que muchas veces me hizo daño, que me hizo subir y de un tropiezo caer a lo más profundo del abismo: el causante de tantas hojas escritas con sentimientos puros que ahora no tienen destinatario, con mi vida y mis pensamientos hablando solo de esa persona que de mi mente desapareció, por la cual perdí tantos días de espera y noches en vela al no saber de ella... Aquel sentimiento que para muchos es difícil expresar, que nos hace vibrar, de saber que Dios nos ha puesto a ese ser tan maravilloso en el camino y que nos hace probarnos como personas y demostrar lo que en realidad somos y no lo que dejamos ver: ese sentimiento llamado “Amor”.

4 comentarios:

  1. ME ENCANTA!!!! ESTA DIVINOOOOOOO, FELICITACIONES AMIGUITO MIO.
    TITI

    ResponderEliminar
  2. woww con solo poder imaginar cada palabra elevandome para poder ver en tus ojos esa manera tan hermosa de ver el sentimiento del amor el q tanto uno sufre es tan dificil poder llegar ala realidad pero es fasil poder presenciarlo y sentirlo... no tengo palabras para admirar tu poesia y te felicito por la enorme fasilidad de dulsura de palbra q tienes en el corazon...

    ResponderEliminar
  3. Hola mi querido amigo Luis quiero darle las gracias a usted y a todos los que tomaron parte de mi trabajo, para resaltar el talento que hay en esta hermosa tierra.... Dios los bendiga..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por su mensaje poeta, y sobre todo gracias porque con gente como usted es que muchos nos motivamos a escribir!!

      Eliminar

Sin título, con dedicatoria...

Cuan amargo es el deseo De tus besos en la distancia Cuan dulce es el sabor Del amor y la perseverancia.  Mil palabras en mi mente No descr...